martes, 31 de enero de 2017

ACTIVIDAD CON UNA FOTOGRAFÍA

PENGUINS IN THE JUNGLE



Nivel2º ciclo de la ESO
Duración20-30 minutos
MaterialesFotos impresas
Grupos3-4 personas

  1. Les  pedimos a los alumnos que se dividan en grupos de 3 o 4 personas.
  2. Repartimos una foto para cada grupo y les damos 2 minutos para pensar si la foto es verdadera o falsa y por qué opinan eso. Podríamos usar el cronómetro online para poder supervisar si todos los grupos están trabajando y no estar pendiente del tiempo.
  3. Preguntamos a cada grupo cuál es su respuesta y apuntamos en la pizarra por qué opinan que la foto es falsa verdadera. Las respuestas de cada grupo las apunta una persona de cada grupo.
  4. Al terminar de apuntar todas las respuestas, revelamos que la foto sí es verdadera.
  5. Pedimos a los alumnos que piensen por qué están los pingüinos en un sitio que parece una jungla. ¿Qué motivos pueden tener para estar ahí? (2 minutos).
  6. Volvemos a apuntar las posibles razones en la pizarra. Vigilamos que el portavoz y la persona que escribe en la pizarra no sean las mismas que antes.
  7. Revelamos la respuesta final.
Estos pingüinos son de Nueva Zelanda y se van a una isla para poner los huevos, ya que en esta isla no hay ningún depredador natural.

También he pensado que a partir de esta actividad podríamos pedir a los alumnos que hagan una pequeña redacción. Describir algún otro animal curioso. La redacción tiene que responder a estas tres preguntas:

  • ¿Qué animal es?
  • ¿Dónde vive?
  • ¿Qué tiene de especial?
Otro día me he encontrado con el término metáfora visual y he encontrado otros fotos que podrían ser muy buen material para abrir un debate en clase sobre temas como: problemas medioambientales o anorexia.




También me parecen muy interesantes trabajos de un artista polaco Pawel Kuczynski. Ha creado varios gráfico que inscitan a pensar un poco sobre el mundo en que vivimos. Aunque no todos serían adecuados para trabajar en clase. 
Aquí esta el enlace por si a alguien le interesa.

Como nueva aportación yo les propondría a  los alumnos que hiciesen un diálogo utilizando las palabras que tu escogieses. Por ejemplo: “teneis que realizar un diálogo sobre lo que podrían estar hablando los pingüinos e introducir entre vuestras propuestas expresiones relacionadas con el medio ambiente : island, natural predator, conservation, endangeded especies.También podrías darles la opción de que hiciesen un diálogo para los pingüinos en el que introdujeran preguntas del estilo: Have you ever + V3 (seen, gone, done, eaten…) y que contesten: afirmativa o negativamente I have (never) +V3 o con respuesta corta: yes, I have o no, I haven’t para practicar el presente perfecto en este caso; pero también serviría para practicar cualquier otro tiempo o estructura (condicional, modales, predicciones futuro) que se necesitase repasar. Finalmente, otra idea sería dejarles improvisar completamente el diálogo poniéndose en la piel de los pingüinos sin ninguna instrucción. Para que tuviesen algo en que inspirarse o sacar ideas le pondría el siguiente vídeo de animales conversando. 



Si pudiesen hacer algo lo más parecido posible sería estupendo aunque los diálogos que aparecen en este ejemplo serían para un nivel de bachillerato. En el caso de realizarlos para la ESO se adaptarían al nivel correspondiente.  No tendrían que copiar los diálogos; estos deben ser creación suya. Una vez creados los prepararían y cuando los tuviesen listos los representarían en el aula. Ellos mismos botarían a las parejas que mejor lo hiciesen por originalidad, coordinación y buen trabajo (pronunciación,gramática, gestos etc...) y les pondrían una nota.







sábado, 28 de enero de 2017

LA EDAD EN EL APRENDIZAJE DE LENGUAS




Bienvenidos a una nueva entrada del blog!

La edad en la enseñanza de lenguas


El contexto educativo (Educación Secundaria, Formación Profesional, EOIs, Seniors..) y las variables en la enseñanza de lenguas extranjeras, determinan que tipo de didáctica debemos utilizar en las aulas. Las variables que afectan a la enseñanza de una lengua son:

- las características del centro
- las características del alumnado
- las necesidades y objetivos

En esta entrada me voy a centrar en una cuestión relacionada con las características del alumnado que resulta fundamental tener en cuenta a la hora de seleccionar las metodologías que vamos a aplicar:   la edad.
La edad de nuestros alumnos va a determinar no solamente la didáctica de enseñanza a utilizar, sino también los métodos y actividades que se van a realizar en el aula, pues no es lo mismo dar clase de lenguas a niños que a adolescentes o a adultos.

Puedo contaros de mi experiencia con estudiantes de todas las edades que se aprende de manera diferente en función de la edad. Por ejemplo, los alumnos más jóvenes que tuve contaban con solo 3 años, y puedo aseguraros que un niño de tres años no aborda una clase de ingles de igual manera que un niño de 6, uno de 12 , o un adulto de 20 o 40 años.
¿Cual es el punto clave? Pues entre otros que veremos la motivación. Un niño-a de 3 años va a clase de inglés porque lo mandan sus padres y uno de seis, doce  o quince porque  es obligatorio por ley. Sin embargo una persona de 20 o 40 años va a clase porque quiere. De ahí que este factor sea tan importante en la situación educativa porque como profesor debes preparar las clases de diferente manera para los alumnos de 3 años, 6, 12, 15 o los adultos de 20 , 40 o 60.

Una de las cosas que me llama la atención sobre la edad del aprendizaje es la nueva moda de meter a los niños en clases de idiomas cada vez más temprano, encontrándote incluso con clases de inglés para niños de un año. 

¿Es favorable esta opción para estos niños que aún están peleándose con la lengua materna? ¿les es útil? ¿Realmente aprenden ?

Respondiendo a esto, muchos expertos dicen que la mejor edad para comenzar la enseñanza de una lengua extranjera oscila entre los 3 y 6 años.

En mi experiencia recuerdo como una niña de dos años y medio no sabía como llamarme si profe, si Ana, o ticha (teacher) como ella decía o cuando me pedía cosas me decía porfa please al mismo tiempo. Está claro que de pequeños son como esponjas que absorben todo pero  a estas edades tan tempranas hay que tener mucho cuidado pues todavía están aprendiendo los sonidos, el abecedario y vocabulario de la lengua inicial y puede crear en ellos confusión el aprendizaje de sonidos, palabras en una nueva lengua.
Personalmente no veo ningún problema en que los niños pequeños empiecen a  aprender inglés a partir de 3 años siempre y cuando las clases sean divertidas y las hagan jugando, pero de no ser así preferiría que aprovechasen sus capacidades de aprendizaje para jugar y aprender jugando.




Pero, ¿cual es exactamente la relación entre la edad y el aprendizaje de lengua?
Hay numerosos mitos sobre la habilidad o falta de habilidad de los aprendices de idiomas de diferentes edades. Si los niños aprenden la lengua extranjera más rápido, si les es imposible alcanzar fluidez a los adultos etc... 
Muchos estudios han demostrado que esto no es cierto. Los niños no necesariamente aprenden más rápido que los adultos; de hecho los adultos pueden aprender con mayor eficacia. La edad  no es un impedimento para el aprendizaje de lenguas sino que mantiene la mente activa de los estudiantes adultos Es más, personas de todas las edades pueden beneficiarse del aprendizaje de idiomas.





La enseñanza  del inglés a niños pequeños





Cualquiera que haya enseñado a niños pequeños sabe las batallas que hay que librar para conseguir que presten atención y que hagan su trabajo. El ingrediente clave para trabajar con estos alumnos es la diversión; les encanta divertirse, cantar  y las actividades nuevas y excitantes. Por lo tanto debes ser creativo , entusiasta, cambia de actividad a menudo porque si un grupo de 6 años no tiene algo que hacer o se aburre no esperes que se queden quietos como ángeles y esperen a que tu estés preparado. Revolucionarán la clase por completo antes de que te puedas dar cuenta.  De ahí la importancia de tener el material preparado antes de la clase y actividades extra por si falla lo que tenías preparado.



La enseñanza de inglés a adolescentes





En el caso de los adolescentes, están pasando por un período en el que aún se está formando su identidad personal y esta transformación puede afectar en la clase. Te puedes encontrar con chicos-as que se sienten estáticos, en absoluta apatía o estudiantes que son extremadamente inquisitivos y curiosos. Tu reto es diseñar actividades que abarquen ambos casos..
En las primeras semanas de clase se debe plantear una encuesta sobre sus intereses. Pedí que a un grupo de alumnos de 4º de ESO que anotasen 3 de sus grupos favoritos y a partir de ahí planeé actividades relacionadas con la música que hacían esos grupos y con la letra de las canciones. También comencé la clase con un video de Youtube de una serie muy divertida de la televisión, o con un debate sobre los medios de comunicación. Otros temas que también les interesan son el cine, los famosos, y sus equipos de fútbol favoritos. Cual fue mi gran sorpresa cuando un alumno que nunca había pronunciado una palabra un día comenzó a hablar tras preguntarle por que le gustaba un equipo de fútbol y que había ocurrido en el último partido. Incleíble pero cierto, se vino arriba. Esa es la mayor satisfacción para un profesor, conseguir empatizar con sus alumnos. Es sorprendente que el solo hecho de preguntarle a tus alumnos que tal les está yendo el día lo que les ayuda a abrirse. Si consigues crear un ambiente cómodo en la clase todo será mucho más fácil  trabajarán más y mejor. 


La enseñanza de inglés a adultos

Por otro lado, los adultos generalmente van a clase por un propósito específico: para ser más efectivos profesionalmente, para ir al extranjero, para mejorar su nivel de inglés o por otras razones. Pero aunque tendrás que estar pendiente de que todos entienden el trabajo y sean capaces de realizarlo, tendrás que mediar en debates en los que unos querrán hablar más que otros pero de todos modos las clases con adultos van a ser mucho más fáciles y menos agotadoras que manejar y motivar a niños o a adolescentes principalmente porque partimos de la base de que ellos quieren aprender y están motivados. Sin embargo en algunos casos los adultos temen más el fracaso que los jóvenes porque aceptan los estereotipos de que un adulto es peor estudiante o por fallidos intentos previos de aprender una lengua. Si se encuentran con un aprendizaje estresante o acelerado su miedo al fracaso aumentará. Por tanto el profesor tendrá que tratar de reducir la ansiedad y crear auto-confianza en el alumno.

Las actividades que se suelen utilizar con adultos incluyen materiales que tengan un mensaje interesante y comprensible, que incluyan aspectos culturales, que desarrollen la comprensión auditiva y posteriormente  la práctica oral y pronunciación  pero sobre todo necesitan materiales que presenten estructuras y vocabulario que le sean de uso en un contexto que refleje la situación que encontrarán cuando usen la nueva lengua. Debes conocer a los alumnos y diseñar los materiales de forma que sean útiles para sus metas. Un alumno que estudie inglés para una carrera de ingeniería busca algo diferente de un alumno que quiera aprender conversación.

Al igual que con los niños también se pueden usar juegos con los adultos. Los alumnos de cualquier edad aprenden mejor si se divierten y piensan de forma creativa. Tiene éxito los juegos de cartas, puzles, sopas de letras, crucigramas o actividades de conversación proporcionándoles oportunidades para trabajar juntos.

Trabajando con adultos , estás enseñando a un grupo de una edad similar a la tuya o mucho más mayores que tu. Aunque pueda ser un poco intimidante enseñar a adultos,  puede ser también muy enriquecedor porque tu también puedes aprender de ellos.

Para concluir, enseñar a adultos, jóvenes o niños tiene sus beneficios y sus inconvenientes, peo una vez que te adaptas a las diferencias entre ellos, se puede tener unas experiencias muy gratificantes sin importar la edad del grupo al que estás enseñando.




martes, 24 de enero de 2017

TRATAMIENTO DEL ERROR



EL TRATAMIENTO DEL ERROR EN CLASE DE ELE ¿CÓMO DEBEMOS ACTUAR?





Desde que empecé mi labor como profesora de Inglés, uno de los temas que más me ha inquietado siempre, ha sido el tratamiento del error en clase y cómo actuar cuando aparece. Por eso uno de los objetivos que me he planteado con esta entrada es hacer una reflexión sobre el papel que debe tener el profesor ante los errores que cometen los alumnos en clase  y ver qué podemos hacer para integrar el tratamiento del error en el aula y que no sea visto como algo negativo por parte de los alumnos.

En el Diccionario de términos clave de Ele encontramos la siguiente definición de error:
“Con este término se hace referencia a aquellos rasgos de la producción oral o escrita de los aprendientes que se desvían de los que son propios de la lengua meta.”

El error siempre es una transgresión, desviación o uso incorrecto de una norma que en el caso que nos ocupa puede ser lingüística pero también cultural y pragmática, y de una gran variedad de tipos más”. (Blanco, 2002:15).

Son muchas las preguntas con las que nos encontramos los profesores a la hora de abordar la enseñanza de una lengua extranjera y entre ellas destaca sobre todo cómo corregir los errores de la manera más eficaz y apropiada. También se nos presenta la preocupación  sobre cómo mostrar el error como un recurso útil que facilita el aprendizaje de los alumnos cuando están aprendiendo una nueva lengua. Es por tanto una tarea importante para nosotros como futuros docentes, mostrar el error como algo fundamental del proceso de enseñanza y aprendizaje.

Ejerciendo como profesora particular durante años me he dado cuenta de que el proceso de adquisición de una lengua extranjera es un proceso que no es fácil para los alumnos y a lo largo de todo este proceso se van encontrando con muchos obstáculos para la consecución de sus objetivos. Es aquí donde el profesor juega un papel muy importante para que los alumnos no se vean frenados en su proceso de aprendizaje. Debemos ser los encargados de ayudarles a superar todos los inconvenientes que vayan surgiendo. Seremos sus guías, e intentaremos evitar que cometan los mismos errores a lo largo del proceso de aprendizaje.

Hay muchas inquietudes que surgen diariamente en la labor docente y entre ellas está el error y las numerosas preguntas  alrededor del  mismo:


    • ¿Qué estoy haciendo mal para que se repitan siempre los mismos errores? 

    • ¿Estoy corrigiendo bien? 

    • ¿Qué tengo que corregir? ¿Cuándo?

    • ¿Cómo se sienten los alumnos ante mis correcciones? 

    • ¿Qué tengo que hacer para que no repitan los mismos errores?  
     
      
Estas y otras muchas preguntas nos asaltan diariamente y muchas veces no sabemos cómo ni cuándo actuar ante los errores que cometen nuestros alumnos.


Considero que desde un primer momento es muy importante que les hagamos ver a los alumnos que cometer un error entra dentro del proceso de aprendizaje de una lengua y que no ocurre nada si se cometen errores. Por eso es muy importante que desde la primera clase hablemos con nuestros alumnos del error e intentemos que lo vean como algo propio del proceso de enseñanza y aprendizaje. Por lo tanto, tenemos que conseguir que nuestros alumnos pierdan el miedo a equivocarse y a cometer errores en clase. Hay que conseguir, aunque a veces sea una tarea difícil, que vean el error como algo positivo y que les va a servir para aprender.









En mi opinión sería muy útil, elaborar unos cuestionarios que podríamos pasar a nuestros alumnos a principio de cada curso para conocer realmente la opinión que tienen sobre los errores y lo que esperan de nosotros como profesores ante los errores que cometen y de esta manera podríamos organizar y planificar nuestro trabajo ante la aparición de los errores y marcarnos las pautas a seguir.

Una segunda idea que se me ocurre que podríamos llevar a cabo al comienzo del curso sería la siguiente: 


Podríamos hablar con el alumnado sobre la corrección de errores y les podemos pedir que opinen sobre cómo les gustaría que se les corrigiese en clase. Esta actividad la he llevado a la práctica en clase y me ha dado muy buenos resultados porque con ella puedo hacer una valoración de lo que esperan los alumnos sobre la corrección de errores en clase. El cuestionario que yo utilizaría sería algo como esto:


  1.     ¿Te gusta que te corrijan en clase?
      - Si
      - no

      2.     ¿Cómo y cuándo quieres que te corrijan?

-          Al momento de cometer el error.
-          Al final del ejercicio.
-          Una puesta en común para corregir los errores entre todos
-          Que marque solo los errores cometidos.
-          Que apunte la solución correcta.
-          Que me den una explicación del error que he cometido

3.    ¿Qué haces con los errores que te corrige el profesor/a?

                – Nada.
                – Los leo.
                – Apunto las faltas en una lista.

       4.     ¿Crees que aprendes cuando te corrigen?

-         Si
-         No
     
       5.      ¿Qué prefieres que te corrijan? 

       - Gramática
       - Pronunciación.
       - Otros.




Técnicas de corrección directas que podemos usar son:

•La comunicación no verbal: un gesto facial, un movimiento de la mano/cabeza, un ruido, un carraspeo, etc.

Llamar la atención sobre el error utilizando expresiones como cuidado, atención.

Llamar la atención sobre el error mediante interjecciones: ¿eh?


Técnicas de corrección indirectas

1.   Subrayar los errores. (evitar el color rojo. En mi caso utilizo una amplia gama de colores incluso con purpurinas que ofrezco al alumno para que escoja en que color le gustaría ser corregido)




2.   Rodear con un círculo la palabra inadecuada.




3.   Poner una flecha por cada palabra que falte.





4.   Añadir un signo de interrogación a lado de la frase o estructura confusa.




5.   Subrayar una palabra incorrecta y dar alguna orientación.









6.   Poner entre paréntesis o corchetes una palabra o una frase fuera de lugar e indicar el lugar apropiado.






Otros métodos no tan exitosos son:

1-   Repetición o enfatización del error. Repetimos el error para que el alumno sea consciente de que ha cometido un error. Ejemplo: My father work hard. My father work?

2-   Peticiones de aclaración. Ejemplo: I bought a shoes. How many shoes did you buy?

3-   Reformulación . Ejemplo: I go to school by foot. I go to school ON foot.

Tenemos que tener en cuenta que con estos métodos interrumpiríamos la clase, por tanto considero que no son las más adecuadas.

Otras Técnicas Personales

Al final de la clase o de la actividad escribo en la pizarra algunos enunciados erróneos que he escuchado y apuntado y pido a los alumnos que encuentren los errores y los corrijan. Entre todos decidimos si hemos llegado a la corrección adecuada.




Es una de las que más me gustan y utilizo pues fomenta la cooperación y mantiene oculto el alumno que ha cometido el error para no desmotivarlo, o que fuera puesto en evidencia delante de la clase.



REFLEXIONES FINALES


Con relación a mis formas de corrección  preferidas  destaco aquellas en las que se  llama la atención sobre un error pero se les ofrece a los alumnos la oportunidad de encontrar la forma correcta. De hecho es más productivo darse cuenta por uno mismo de dónde se ha cometido el error.
Estos errores suelen  fijarse mejor  en la memoria y con mayor intensidad que aquellos que son descubiertos por otra persona.
Considero la interrupción como algo negativo. Esta implica un corte en el desarrollo del tema a tratar, pudiendo llevar a que el alumno pierda la concentración.
Por otro lado no son eficaces aquellas técnicas en las que directamente se da la solución al error. Solamente puede resultar de utilidad en algunos casos como por ejemplo cuando el alumno no consigue encontrar la forma correcta porque la desconoce, si él mismo la solicita o si el docente está seguro de que nadie en la clase puede resolver el problema.

Una de las prácticas que utilizo en mis correcciones es la utilización de un código de corrección. Mis alumnos están acostumbrados a que sus profesores lo hagan en el aula para detectar el tipo de error que han cometido en su trabajo. Para ello, subrayo cada error y escribo un símbolo al lado mostrando el tipo de error. Este tipo de corrección necesita una previa información al alumno presentando la lista de códigos y su significado. Otro punto importante es el nivel del grupo pues se debe ajustar los códigos de corrección a los diferentes niveles. Por ejemplo; para alumnos de bachillerato o de EOI, el profesor puede indicar que hay un error en una frase pero no decir dónde o qué tipo de error es.
Los códigos más simples y típicos son:

  1.   SP (spelling)
  2. WO (word order)
  3. WW (wrong word)
  4. T(tense)
  5. P(punctuation)
  6.   NP(new paragraph)
  7. R (repetition)
  8.   ^( Word or Letter missing)
  9.  G (grammar mistake)


P  
    Para terminar me gustaría señalar que todo docente debería conocer y aplicar las técnicas de corrección más adecuadas. En mi caso puedo garantizar que durante mi formación ningún docente utilizó conmigo ninguna de las técnicas de corrección nombradas con anterioridad. Lo típico era que los alumnos se encontrasen con sus libretas o exámenes llenos de correcciones y tachones de color rojo. Cuando el alumno recibía su examen o trabajo en esas condiciones creía que no había hecho nada bien y se desmotivaba. Eso es lo que debemos evitar; la corrección de los errores no puede llevar a la desmotivación sino que tiene que ser asumida como parte del aprendizaje.















ACTIVIDADES COLABORATIVAS


Cada sesión del profesor Carlos Valcárcel va normalmente acompañada de actividades complementarias. Estas actividades refuerzan la explicación de un tema y además rompen la monotonía de una clase teórica y también proporcionan un pequeño descanso al docente, el cual ha tenido que estar durante horas hablando.

Existen actividades de todo tipo pero en esta entrada me gustaría centrarme en las actividades de aprendizaje de tipo colaborativo que son las que solemos utilizar en clase y por experiencia propia con estudiantes puedo afirmar que funcionan muy bien.

Debo confesar que hacía tiempo que tenía ganas de escribir sobre el trabajo en el aula mediante el Aprendizaje Cooperativo. Pues bien, hoy ha llegado ese día. La razón por la que os quiero hablar sobre el Aprendizaje Cooperativo es porque llevo ya cierto tiempo poniéndolo en práctica y me está dando muy buenos resultados.

El aprendizaje colaborativo se basa en el planteamiento de actividades en las que los alumnos tienen que trabajar en equipo e interactuar para conseguir un objetivo común. Sus ventajas son muchas: convierte a los estudiantes en protagonistas de su propio aprendizaje, desarrolla sus competencias y habilidades, refuerza sus relaciones interpersonales y les permite adquirir un aprendizaje significativo.

Os voy a dejar unas pautas muy útiles en el caso de que os interese trabajar el aprendizaje colaborativo:






  • Estableced objetivos para la actividad, de este modo   los alumnos se sentirán motivados a la hora de trabajar para conseguirlos.
  • Organizad a los alumnos por equipos creando pequeños grupos de trabajo, de tres a cuatro personas, que se encargarán de realizar distintas tareas. Intentad que haya diversidad en cada grupo de trabajo y que el número de chicos y chicas esté equilibrado. Cuantas más visiones y opiniones mejor.
  • Tratad de promover   el respeto y la comunicación entre los alumnosDeben aprender a  compartir sus ideas y conocimientos con los demás con confianza, siempre con la mente abierta a las ideas de los demás.

  • Sed guías de la actividad al principioy dejadles que poco a poco vayan tomando las riendas su responsabilidad paulatinamente, de modo que puedan desarrollar sus propias ideas.

  • Utilizad diferentes métodos y actividades variadas. El aprendizaje colaborativo permite distintos métodos educativos, como el trabajo por proyectos, la flipped classroom o el aprendizaje  en la resolución de problemas; y puede concretarse en actividades didácticas muy variadas, como proyectos, webquests, debates presentaciones en equipo etc.

  • Dad  tiempo necesario para que puedan  debatir y  contrastar de ideas.

  • Estructurad el proceso y revisad cómo están desarrollando el trabajo. Así podrás comentar con tus alumnos si van por buen camino o no.

  • Facilitad a vuestros alumnos herramientas de autoevaluación. De este modo conocerán los criterios que se van a tener en cuenta a la hora de valorar el trabajo

  • Utilizad las TICs. Las nuevas tecnologías multiplican las posibilidades del aprendizaje colaborativo y fomentan la comunicación, la interacción y el intercambio de ideas entre los miembros del grupo.

  • Pedidles que sean creativos y  que utilicen distintas herramientas para presentar el trabajo.

       - SlideShare o Prezi para hacer presentaciones interactivas.

       - Glogster o Mural.ly, para crear murales digitales.








Una de las actividades colaborativas que trabajamos en el aula es la denominada pirámide:










1. LA PIRÁMIDE
La pirámide es una actividad que puede ser utilizada en múltiples y diversos contextos de enseñanza-aprendizaje, como, por ejemplo, emulación de una pregunta al alumnado, el cual trabajará en la respuesta inicialmente por parellasn contextos AICLE o, simplemente, en las aulas de lenguas extranjeras. Además, suele emplearse con el fin de trabajar algún contenido reciente de la materia de manera dinámica.

¿En que consiste la actividad?
Esta actividad consiste en la for hasta llegar a un consenso. Una vez la pareja se halla puesto  de acuerdo, intentará procurar consenso con otra pareja del aula, y así sucesivamente hasta formar dos grupos. Posteriormente, se llevará a cabo una puesta en común entre los dos grupos, los cales expondrán  sus respectivas opiniones para llegar a  una conclusión final.

¿Cómo utilizamos la actividad en el aula?
En nuestro caso, la actividad consistió en hacer una lista con las lenguas que hablábamos  Para eso, nos organizamos en grupos de dos personas comparando los resultados y descartando las que no eran comunes durante unos minutos. Posteriormente formamos grupos de cuatro para seguir comparando los resultados y a continuación se reúne el grupo de cuatro con otros cuatro y así sucesivamente hasta que se tuvieron formados dos grupos finales y se  comentaron los resultados. Dichos resultados consistieron en un acuerdo por parte de todas las integrantes de los grupos. Las lenguas más habladas del alumnado son español, gallego, inglés y francés.

Finalmente he estado informándome más acerca del aprendizaje colaborativo y los tipos de actividades colaborativas os dejo algunas de las que han parecido más interesantes:



   


  1. En ronda.
    Se presenta una categoría (como por ejemplo "Nombres de mamíferos") para la actividad. Se indica a los estudiantes que, por turnos, sigan la ronda nombrando elementos que entren en dicha categoría.
  2. Mesa redonda.
    Se resenta una categoría (como por ejemplo palabras que empiecen con "W"). Se indica a los estudiantes que, por turnos, escriban una palabra por vez.
  3. Escribamos.
    Para practicar escritura creativa o resúmenes, decimos una oración disparadora (por ejemplo: Si dan una galleta a un elefante, éste pedirá...). Se le pide a todos los estudiantes de cada equipo que terminen la oración. Luego, deben pasar el papel al compañero de la derecha, leer lo que recibieron y agregar una oración a la que tienen. Después de algunas rondas, surgen cuatro historias o resúmenes grandiosos. Permitiremos que los niños agreguen una conclusión o corrijan su historia favorita para compartirla con la clase.
  4. Numérense.
    Se pide a los estudiantes que se numeren del uno al cuatro en sus equipos. Formulamos una pregunta y anunciamos un límite de tiempo. Los estudiantes deben discutir conjuntamente y obtener una respuesta. Decimos un número y pedimos a todos los estudiantes con ese número que se pongan de pie y respondan a la pregunta. Reconocemos las respuestas correctas y profundizamos el tema a través del debate.
  5. Rompecabezas por equipos.
    Asignamos a cada estudiante de un equipo la cuarta parte de una hoja de cualquier texto para que lea , o la cuarta parte de un tema que deban investigar o memorizar. Cada estudiante cumple con la tarea que le fue asignada y luego enseña a los demás o ayuda a armar un producto por equipo contribuyendo con una pieza del rompecabezas.
  6. Hora del té.
    Los estudiantes forman dos círculos concéntricos o dos filas enfrentadas. Como docentes formulamos una pregunta (sobre cualquier contenido) y los estudiantes deben debatir la respuesta con el estudiante que está sentado frente a él. Después de un minuto, el círculo externo o una fila se desplaza hacia la derecha de modo que los estudiantes tengan nuevas parejas. Entonces proponga una segunda pregunta para que debatan. Continúe con cinco o más preguntas. 
Después de cada actividad de aprendizaje cooperativo, el profesor deberá extraer conclusiones con los niños preguntándoles, por ejemplo: ¿Qué aprendieron en esta actividad? ¿Cómo se sintieron trabajando con sus compañeros? Si volvemos a hacerla, ¿cómo podrían mejorar el trabajo en equipo?